El COVID ha impactado mi vida y mi salud mental ha sido uno de los factores con los que mas tuve que batallar. Durante los primeros tres meses estuve preocupada e irritada por la forma en que se estaba manejando el virus. Estaba segura de que este virus nos infectaría a mí y a mi familia. Cada vez que hablaba al respecto, me dijeron que solo practicara la higiene personal y el distanciamiento social. Durante el verano usé mi tiempo libre para trabajar en mi salud mental. Antes de regresar a casa del campus, mi ansiedad estaba en su apogeo. Al darme cuenta de lo ansiosa que estaba, quería que la sensación de pánico terminara.
Así que empecé a ir a terapia de grupo. Asistí a varios programas diferentes. Todos giraron en torno a comprender la ansiedad y cómo lidiar con ella. A lo largo de estos tres meses, desarrollé una nueva relación con mi ansiedad. Este programa me enseñó a detectar los primeros signos de un ataque de pánico incluso antes de que ocurra. El terapeuta de grupo nos brindó herramientas útiles para usar cuando sentimos que nuestros niveles de ansiedad aumentan. Herramientas como diez respiraciones conectadas de dos minutos me han ayudado a controlar mejor mi ansiedad. Me siento muy agradecida por este resultado porque tuve paciencia conmigo misma y terminé mi tarea; que era practicar las imágenes y tener respiraciones conectadas. Hay muchas otras herramientas para usar para combatir un ataque de pánico, pero estas son las que me funcionaron. Por aquí adujunto links que son útiles.
https://www.medicalnewstoday.com/articles/anxiety-exercises#exercises
https://www.mentemia.com/blog/self-care-ideas-32-free-ways-to-look-after-yourself
Estar en casa todo el verano también me motivó a hacer más ejercicio. Durante mi primer año apenas hacía ejercicio y noté cómo eso afectaba mi estado de ánimo. El ejercicio no solo me ayuda a mantenerme saludable y en forma, sino que también me ayuda a mantener una mentalidad positiva. Durante tres meses hice Zumba y Yoga todas las semanas. Además de sentirme más feliz noté que estaba en mejor forma física. Dadas las circunstancias de la Pandemia, estuve encerrada. Sabía que tenía que encontrar una forma de mantenerme saludable sin ir al gimnasio, así que decidí hacer ejercicio en casa. Mi cuerpo cambió físicamente después de tanto ejercicio y estoy feliz con el resultado.
